Edgardo Molina

"Las cosas son lo que son, no lo que se dicen que son" Huyendo de los cambios climáticos, un pequeño alcaudón llegó a un bosque nuevo y verde. Al observar sus hábitos alimenticios; todas las demás aves del bosque lo apodaron “el verdugo”. Entonces las tortolitas y los colibríes acudieron a preguntarle al sabio búho por la actividad tan extraña e inusual del alcaudón. -Oh gran búho, ¿por qué este pequeño pájaro empala y come ratones? El búho de inmediato observó a la pequeña ave, sigilosamente vio como cazaba y comía. Su inmensa sabiduría le dijo que toda la estructura del pequeño animal era la de un gorrión, no la de un ave con grandes garras o un pico filoso como las águilas.  El búho convocó a las demás aves del bosque y empezó a explicar:   -El avecilla por la que me han preguntado es un gorrión, sólo que está loco, su estructura no es propia de un ave cazadora o de rapiña. Por eso debemos enseñarle que sus hábitos no son correctos, debe comer

Navegar                                                                      Te conocí en el mar En la inmóvil frontera de la ola y la sal Como patrimonio del viento Suelta entre en mis venas Entre la luna y el pez mineral                                                                     Te vi en una caracola iluminada Y constelaciones de pájaros Como aprendices de luz Hicieron versos en tu mirada Navegue sobre las propias aguas de tu destino Como en un espejo sobre otro mar, y otro mar y otro mar                                                                   Grave en el sol esos acordes Para invocarte a mi camino Para volver a comenzar Para amarte Como el rio entrando al mar  Una y otra vez,   otra vez   y otra vez.  Un papelito  Para verte tenía que verme;  empezar de a poco a ser mejor